INTRODUCCIÓN A CSS
INTRODUCCIÓN AL CSS
CSS es un lenguaje de hojas de estilos creado para controlar el diseño de la estructura. CSS es la mejor forma de separar los contenidos y su diseño siendo necesario para crear páginas web complejas.
Separar la estructura de los contenidos y la estructura del diseño presenta numerosas ventajas, ya que obliga a crear documentos HTML/XHTML bien definidos.
Al crear una página web, se utiliza en primer lugar el lenguaje HTML/XHTML para marcar los contenidos, es decir, para designar la función de cada elemento dentro de la página: párrafo, titular, texto destacado, tabla, lista de elementos, etc.
Una vez creados los contenidos, se utiliza el lenguaje CSS para definir el aspecto de cada elemento: color, tamaño y tipo de letra del texto, separación horizontal y vertical entre elementos, posición de cada elemento dentro de la página, etc.
SOPORTE DE CSS EN LOS NAVEGADORES
El trabajo del diseñador web siempre está limitado por las posibilidades de los navegadores que utilizan los usuarios para acceder a sus páginas. Por este motivo es imprescindible conocer el soporte de CSS en cada uno de los navegadores más utilizados del mercado.
Internamente los navegadores están divididos en varios componentes. La parte del navegador que se encarga de interpretar el código HTML y CSS para mostrar las páginas se denomina motor. Desde el punto de vista del diseñador CSS, la versión de un motor es mucho más importante que la versión del propio navegador.
La siguiente tabla muestra el soporte de CSS 1, CSS 2.1 y CSS 3 de los cinco navegadores más utilizados por los usuarios:
Los navegadores Safari y Opera son los más avanzados en el soporte de CSS, ya que incluyen muchos elementos de la futura versión CSS 3 y un soporte casi perfecto de la actual versión 2.1. El navegador Firefox no tiene un soporte tan avanzado de CSS 3 pero las últimas versiones están alcanzando rápidamente a Safari y Opera.
FUNCIONAMIENTO BÁSICO DE CSS
Antes de la adopción de CSS, los diseñadores de páginas web debían definir el aspecto de cada elemento dentro de las etiquetas HTML de la página. El siguiente ejemplo muestra una página HTML con estilos definidos sin utilizar CSS:
<!DOCTYPE html PUBLIC “-//W3C//DTD XHTML 1.0 Transitional//EN”
“http://www.w3.org/TR/xhtml1/DTD/xhtml1-transitional.dtd”>
<html xmlns=”http://www.w3.org/1999/xhtml”>
<head>
<meta http-equiv=”Content-Type” content=”text/html; charset=iso-8859-1″ />
<title>Ejemplo de estilos sin CSS</title>
</head>
<body>
<h1><font color=”red” face=”Arial” size=”5″>Titular de la página</font></h1>
<p><font color=”gray” face=”Verdana” size=”2″>Un párrafo de texto no muy
Introducción a CSS Capítulo 1. Introducción largo.</font></p>
</body>
</html>
El ejemplo anterior utiliza la etiqueta <font> con sus atributos color, face y size para definir el color, la tipografía y el tamaño del texto de cada elemento del documento.
El principal problema de esta forma de definir el aspecto de los elementos se puede ver claramente con el siguiente ejemplo: si la página tuviera 50 elementos diferentes, habría que insertar 50 etiquetas <font>. Si el sitio web entero se compone de 10.000 páginas diferentes, habría que definir 500.000 etiquetas <font>. Como cada etiqueta <font> tiene 3 atributos, habría que definir 1.5 millones de atributos.
Por otra parte, el diseño de los sitios web está en constante evolución y es habitual modificar cada cierto tiempo los colores principales de las páginas o la tipografía utilizada para el texto. Si se emplea la etiqueta <font>, habría que modificar el valor de 1.5 millones de atributos para modificar el diseño general del sitio web.
La solución que propone CSS es mucho mejor, como se puede ver en el siguiente ejemplo:
<!DOCTYPE html PUBLIC “-//W3C//DTD XHTML 1.0 Transitional//EN”
“http://www.w3.org/TR/xhtml1/DTD/xhtml1-transitional.dtd”>
<html xmlns=”http://www.w3.org/1999/xhtml”>
<head>
<meta http-equiv=”Content-Type” content=”text/html; charset=iso-8859-1″ />
<title>Ejemplo de estilos con CSS</title>
<style>
h1 { color: red; font-family: Arial; font-size: large; }
p { color: gray; font-family: Verdana; font-size: medium; }
</style>
</head>
<body>
<h1>Titular de la página</h1>
<p>Un párrafo de texto no muy largo.</p>
</body>
</html>
CSS permite separar los contenidos de la página y su aspecto o presentación. En el ejemplo anterior, dentro de la propia página HTML se reserva una zona en la que se incluye toda la información relacionada con los estilos de la página. Utilizando CSS, en esa zona reservada se indica que todas las etiquetas <h1> de la página se deben ver de color rojo, con un tipo de letra Arial y con un tamaño de letra grande. Además, las etiquetas <p> de la página se deben ver de color gris, con un tipo de letra Verdana y con un tamaño de letra medio.
Definiendo los estilos de esta forma, no importa el número de elementos <p> que existan en la página, ya que todos tendrán el mismo aspecto establecido mediante CSS. Como se verá a continuación, esta forma de trabajar con CSS no es ideal, ya que si el sitio web dispone de 10.000 páginas, habría que definir 10.000 veces el mismo estilo CSS.
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